La Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM) es considerada desde hace tiempo la joya industrial de México. De acuerdo con datos del CONAPO e INEGI, esta región se integra por 18 municipios, concentra 5.3 millones de habitantes, 140 mil unidades económicas y representa 2.2 billones de pesos en Producción Bruta Total. Por su participación económica, la ZMM es la segunda más importante después de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México.
Durante 2022, la ZMM cobró relevancia a nivel nacional como consecuencia de la escasez de agua. Los usos público-urbano y doméstico resintieron los mayores efectos, donde los sectores de más bajos ingresos sufrieron los efectos más severos. En su momento se dijo que la situación era el resultado de un periodo de sequía que abarcaba ya tres años. Si bien es cierto que la sequía es un fenómeno que determina la disponibilidad de agua, también es cierto que la escasez de agua es una construcción social. A nivel nacional, el crecimiento de las ciudades y zonas metropolitanas ha sido acelerado, sin una adecuada planeación y sin una adecuada gestión de los recursos hídricos locales y regionales.
Para enfrentar la situación de escasez en la ZMM, el Gobierno Federal publicó el 29 de julio de 2022, en el Diario Oficial de la Federación, el Decreto para atender la emergencia por el desabasto de agua por la baja disponibilidad en las fuentes de abastecimiento. El Decreto propuso dos acciones: 1) aprovechar temporalmente los derechos de aguas existentes en usos distintos al doméstico y público urbano, y 2) la ejecución de las obras “Presa La Libertad” y “Acueducto El Cuchillo II”. Posteriormente trascendieron otras acciones: incremento del número de pozos profundos en la zona y el “llamado” a la industria, específicamente la industria de las bebidas, para relocalizar sus operaciones en entidades federativas con disponibilidad de agua.
De la revisión del Decreto, surgen las siguientes preguntas ¿Las acciones que en su momento se propusieron van a la raíz del problema? ¿Se garantiza la disponibilidad de agua a futuro? ¿Son acciones sustentables?
Las Concesiones de Aguas Subterráneas
De acuerdo con el Sistema Nacional de Información del Agua (SINA), la ZMM tiene influencia espacial en 19 acuíferos. Con información del Registro Público de Derechos de Agua, se identificaron 18,982 Títulos de Concesión de aguas subterráneas con un volumen de extracción de 1,187 hm3/año. Por otro lado, en el Acuerdo por el que se actualiza la disponibilidad de agua en los 653 acuíferos (Diario Oficial de la Federación, 17sep20), se estimó que la Recarga Total Media Anual para los 19 acuíferos era de 953 hm3/año. Dos aspectos destacan: 1) Los acuíferos se encuentran sobreexplotados en 124%, y 2) El principal consumidor de agua es el uso agrícola con el 67% del volumen concesionado de aguas subterráneas (Ver Figura 1).
Grado de Presión en los Acuíferos
Para conocer cuál es la intensidad en el uso de los recursos hídricos se aplica el indicador de “Grado de Presión”. Este indicador se obtiene de la relación entre el “Volumen Concesionado” y la “Recarga Total Media Anual”, expresado como porcentaje. Cuando el indicador supera el 100%, se dice que el acuífero se encuentra sobreexplotado. Es importante mencionar que la recarga de un acuífero es un proceso que puede tardar decenas, centenas y hasta miles de años; por lo tanto, es necesario establecer un umbral que alerte sobre la situación del acuífero antes de llegar a la sobreexplotación. En este caso, consideramos que ese umbral corresponde al 70% del grado de presión. De acuerdo con esto, de los 19 acuíferos de la ZMM, 6 se encuentran en situación crítica y 12 se encuentran sobreexplotados. Esto sólo como consecuencia de las concesiones de aguas nacionales (Ver Figura 2).
Los Usos Dominantes
Los usos participan de manera diferenciada en el aprovechamiento de los recursos hídricos. Para conocer el grado de presión que es ejercido por un uso específico, podemos utilizar el indicador de “Uso Dominante”. Cuando un uso tiene el 60% o más del volumen concesionado, entonces es un uso dominante. De acuerdo con esto, de los 19 acuíferos de la ZMM, en 9 acuíferos el uso dominante es el agrícola, en 4 acuíferos el público urbano, en 2 acuíferos el industrial y en un acuífero el pecuario. En los tres acuíferos restantes los diferentes usos participan de una forma más homogénea (Ver Figura 3).
Los Grandes Usuarios
La influencia de los grandes usuarios puede ser tan fuerte que determinan el estado de los recursos hídricos en una región. No existe referencia oficial para definir a un “gran usuario”, sin embargo, un análisis por deciles puede dar una aproximación. De acuerdo con esto, en los 19 acuíferos de la ZMM, el 10% de los Títulos (Decil 10), concentran el 61% del volumen de concesionado. Cuando se analiza la distribución del volumen concesionado por uso en el Decil 10, el resultado es que el 57% del volumen concesionado es agrícola y el 30% público urbano. Los grandes usuarios de estos usos concentran el 53% del total del agua subterránea concesionada en la región (Ver Figura 4).
Comparación de los Resultados
Cuando se comparan los resultados del análisis con lo que en su momento propuso el Decreto para garantizar el agua para la ZMM, se tiene lo siguiente:
- El Decreto no señaló usos específicos para llevar a cabo reducciones en los volúmenes concesionados, sin embargo, la constante fue señalar al uso industrial como el “causante” de la escasez de agua. La información de la CONAGUA demuestra que son el uso agrícola y público urbano, los que concentran los mayores volúmenes de agua concesionada.
- En el caso del acueducto El Cuchillo II, de acuerdo con información del SINA, en la cuenca del Río San Juan 1, no se tiene disponibilidad de agua. Adicionalmente, por ser una cuenca transfronteriza, el manejo del agua debe considerar lo establecido en el Tratado de Aguas Internacionales entre México y Estados Unidos. Aumentar la extracción de agua puede agravar la sobreexplotación de la cuenca.
- No se tiene información de cuáles los usuarios y cuánto el volumen de agua cedida temporalmente para dedicarlos al uso público urbano y doméstico. Sin embargo, era claro que esta medida no solucionaría la situación de escasez. Como medida adicional se aumentó el número de pozos para la extracción de agua subterránea. Esta acción contrasta con el hecho de que los acuíferos se encuentran en situación crítica o sobreexplotados. Incrementar el número de pozos sólo agravará la situación sobreexplotación de los acuíferos, reduciendo las reservas de agua.
- Finalmente, no se consideran los efectos que el cambio climático puede tener en la disponibilidad de agua. De acuerdo con los resultados del sexto informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, en los próximos años los eventos de sequía se incrementarán en la región y serán más intensos. Esto puede comprometer la disponibilidad de agua en las cuencas, así como, la recarga de agua en los acuíferos.
De acuerdo con lo anterior, las acciones contenidas en el Decreto para garantiza el agua para la ZMM, no son suficientes. De hecho, reproducen las formas tradicionales para afrontar las demandas de agua que consisten en buscar constantemente nuevas fuentes de abastecimiento para satisfacer las crecientes demandas. El problema de esta aproximación es: 1) Las fuentes de más fácil acceso ya fueron explotadas, 2) Nuevas fuentes de abastecimiento implicarán mayores desafíos técnicos y financieros, 3) La oposición social hacia nuevos proyectos será cada vez mayor, principalmente, cuando se trate del trasvase de agua, y 4) Desconocemos cuáles las afectaciones en la disponibilidad de agua para las siguientes décadas como consecuencia del cambio climático.
Ante este escenario
¿Cuál la opción para garantizar en el largo plazo la disponibilidad de agua para la ZMM? La respuesta está en la recuperación de volúmenes:
- En la ZMM el uso agrícola es el mayor consumidor de agua con una extracción equivalente al 83% de la Recarga Total Media Anual. A nivel nacional, la eficiencia del sector es del 30-40%, por lo que, de cada metro cúbico que se extraen, entre 700 y 600 se pierden. El uso agrícola no paga derechos por el uso del agua por lo que no hay incentivos económicos para mejorar la eficiencia. Los grandes usuarios del sector agrícola deben tecnificarse y pagar cuota por el uso del agua.
- El uso público urbano es el segundo mayor consumidor de agua. Su volumen de extracción equivale al 25% de la Recarga Total Media Anual. En este sector la eficiencia a nivel nacional es del 60%, por lo que, de cada metro cúbico que se extraen, 400 litros se pierden. Se deben disminuir las pérdidas en las redes de distribución, revisar las tarifas, mejorar la eficiencia comercial y promover la cultura del agua en los sectores público urbano y doméstico.
- La extracción ilegal de agua es gran problema a nivel nacional. Al ser una cifra negra no existen evaluaciones sobre su impacto, sin embargo, con base en estudios puntuales, existen casos donde el volumen que se extrae ilegalmente, es muy próximo al que se extrae a través de concesiones. Se debe invertir en la medición, inspección y vigilancia, tanto para suprimir aprovechamientos clandestinos, como verificar los volúmenes que realmente se utilizan en cada concesión.
- Actualmente, la tecnología permite dar tratamiento a prácticamente cualquier agua residual. En México existe la NOM-014-CONAGUA-2003, que establece los requisitos para la recarga de acuíferos con agua tratada, sin embargo, por circunstancias políticas y culturales, no se ha promovido. En la medida que aumente la demanda de agua y que la disponibilidad disminuya, ésta será la opción para garantizar la disponibilidad de agua. El tratamiento de las aguas residuales y el reuso deben promoverse.
- Las ciudades deben ser “ciudades esponja”. En los últimos años las soluciones basadas en la naturaleza han tenido un gran desarrollo y las técnicas de arquitectura del paisaje permiten convertir, prácticamente cualquier espacio en un sumidero de agua. Además del beneficio por la captación de agua, este tipo de desarrollos quitan carga a los sistemas de drenaje en temporada de lluvia, evitan que el agua de lluvia se contamine y se promueve la cosecha de agua.
Es un hecho que la población en México seguirá creciendo. Esta población se concentrará principalmente en ciudades, generando una creciente demanda de bienes y servicios. Pretender resolver las futuras demandas de agua mediante la búsqueda de nuevas fuentes de abastecimiento o sobreexplotando las ya existentes, no es sustentable. Continuar apostando a esta estrategia solo puede llevar a escenarios de conflicto por el acceso al agua y un alto riesgo de ingobernabilidad. Si bien Monterrey nos ha mostrado lo que una crisis por agua puede provocar, también debe ser visto como la oportunidad para evaluar la política hidráulica del país. Desterrar viejas prácticas que si bien, en su momento pudieron funcionar, bajo las circunstancias actuales ya no aplican. Lo que se defina para resolver casos como el de Monterrey, marcará el futuro de las ciudades en México.